Existen bastantes recelos sobre los políticos que se meten a lobistas, pues no en pocas ocasiones esto se traduce en la mera utilización de sus contactos políticos para realizar tráfico de influencias, máxime cuando los políticos concernidos no tienen otra “habilidad” que su cercanía con el poder. A este tipo de gente siempre se les ha denominado, peyorativamente, conseguidores.
Interesante artículo de Antonio Villareal y Guillermo Cid, en El Confidencial:
“¿Qué hace un expolítico como tú en una consultora como esta? Luces y sombras de los Asuntos Públicos
Alberto Garzón y Begoña Villacís han sido los últimos expolíticos tentados por un sector en auge y que, a menudo, juega al límite con el conflicto de intereses y las puertas giratorias”.
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Interesante información sobre la proyectada regulación de los “lobbies”