De gran interés el artículo de Elisa de la Nuez (“Regeneración democrática de parte”), hoy en El Mundo, en el que puede leerse:
“…ya les adelanto que el (también) anunciado “Plan de Gobierno abierto” no sirve para nada, y hablo desde la experiencia. Simplemente les diré que aunque ni ustedes ni nadie lo hayan notado, España está desarrollando nada menos que el IV Plan de Gobierno abierto donde se convoca a las organizaciones civiles básicamente para cubrir el expediente. Eso sí, luego tenemos todos los días trámites de urgencia y plazos exiguos para las consultas públicas, cuando las hay, y la transparencia, cuando al Gobierno no le interesa dar determinada información, brilla por su ausencia”.
Lo que no es un bulo es que estamos ante un Gobierno que incumple sistemáticamente la Ley de Transparencia y tenemos un Consejo de Transparencia y Buen Gobierno desbordado, que incumple también sistemáticamente los plazos que tiene para resolver las reclamaciones, por lo que la efectividad de las mismas brilla por su ausencia.