De interés el artículo que José Ramón Chaves publica en su blog, comentando un reciente Auto del Tribunal Supremo, que pone en evidencia la más que cuestionable actuación de la Abogacía del Estado en el asunto de la presidencia del Consejo de Estado:
“Cuando la suspicacia entra en el Tribunal Supremo”.
Si no existiera la Fundación Hay Derecho, habría que crearla inmediatamente.
Y también de interés el siguiente comentario al artículo de Chaves:
“Concha Jiménez Shaw
Me encanta el tono del Auto, felicito al ponente. Por lo demás, y aunque mi opinión valga una higa, considero a Calvo lo más alejado de una jurista de reconocido prestigio. Por muy doctora y profesora que sea, su criterio jurídico, que ha tenido la oportunidad de trasladar a la ciudadanía desde sus puestos políticos, hacen que me parezca jurista con reconocido desprestigio. Creo que el nombramiento de Calvo podría considerarse nulo ex art.103.4 LJ. La finalidad de incumplir la sentencia es notoria”.
El curriculum de escasas publicaciones de la nueva presidenta puede verse AQUÍ. La mayoría de ellas, más que jurídicas, pueden clasificarse de políticas.
No obstante, vamos a ver cómo se desenvuelve en su nuevo destino.