El 5 de octubre se aprobó por el Consejo de Estado su Memoria correspondiente al año 2022. El mismo día se entregó al ministro de la Presidencia y se anunció que “En las próximas semanas, se convocará a los medios de comunicación en rueda de prensa para presentar públicamente la Memoria 2022”.
Hasta la fecha, diez meses después de concluido el año a que se refiere la misma, no se tiene acceso a la Memoria y parece que hay que esperar a que alguien, cuando le parezca y tenga tiempo, convoque a los medios de comunicación para presentar la Memoria. Como si los periodistas fueran los destinatarios de la misma.
No se da acceso a la memoria aunque se solicite por motivos académicos.
Las sociedades mercantiles tienen que tener aproadas sus cuentas anuales (incluida “la Memoria”) dentro de los seis meses siguientes al cierre del ejercicio a que se refieren y depositadas en el Registro Mercantil -para general conocimiento- dentro del mes siguiente a su aprobación.
Es normal que la transparencia en el Consejo de Estado vaya a paso de tortuga, pues esta es su percepción temporal:
“… En febrero de 2020 se presentó a la prensa la Memoria Anual 2018 por primera vez en los cinco siglos de historia del Consejo, dentro de la política de transparencia y apertura a la sociedad española impulsada por la presidenta María Teresa Fernández de la Vega”.
Según la Ley Orgánica 3/1980, de 22 de abril, del Consejo de Estado
“Artículo veinte.
- El Consejo de Estado en Pleno elevará anualmente al Gobierno una memoria en la que, con ocasión de exponer la actividad del Consejo en el período anterior, recogerá las observaciones sobre el funcionamiento de los servicios públicos que resulten de los asuntos consultados y las sugerencias de disposiciones generales y medidas a adoptar para el mejor funcionamiento de la Administración”.
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